5 básicos del mantenimiento de tu coche

El coche más bello es el que todavía no se ha construido”. Enzo Ferrari plasmó con esta frase el mundo de la automoción, un mundo en constante cambio que sorprende con novedades que hacen que dominemos el asfalto con dureza al tiempo que nuestra seguridad va en aumento. ¿Te gusta conducir? Sigue leyendo el post.

A pesar de todos estos cambios, hay una serie de básicos que todo dueño de un automóvil tiene que conocer para llevar a cabo el mantenimiento de tu coche:

  • Los frenos: los frenos más comunes son los discos de freno. Cuando pisamos el pedal de freno, se activa una bomba hidráulica que conduce el líquido de frenos hacia las pinzas de freno. La presión del líquido hace que los pistones empujen las pastillas, las cuales hacen fricción contra el disco de freno, donde la energía cinética se convierte en calor disipado, y así el conjunto del vehículo desacelera progresivamente.  Debemos comprobar el grosor de las pastillas con regularidad. Si las pastillas se han gastado y rozan el disco pueden rayarlo aunque su grosor sea el adecuado. El grosor del disco nunca debe bajar del mínimo indicado por el fabricante.

 

  • Llantas: existen varios aspectos de los neumáticos que debemos comprobar. La presión de los neumáticos debe ser revisada mensualmente. Nos permite ahorrar combustible, reduce el riesgo de dañarlos y aumenta su vida útil. Es recomendable hacerlo cuando estos estén en frío y debemos hacerlo antes de un viaje largo. Además, el aumento de productos del sector automovilístico ha hecho que sea fácil encontrar el mejor precio de reparación de las llantas. Ya no existen excusas para no cuidar el mantenimiento de tu coche.
  • Amortiguadores: solemos preocuparnos del mantenimiento de estos sólo cuando hacen ruidos extraños al pasar por un bache. Hay pequeñas señales que nos indican que debemos revisarlos en nuestra próxima visita al taller. Si los faros delanteros vibran y alumbran mal el camino o los neumáticos se desgastan de manera prematura puede ser motivo del desgaste de los amortiguadores.
  • Carrocería: es la cara visible del coche y solemos estar más pendientes de su mantenimiento.  Para conseguir un mantenimiento perfecto, es muy efectivo lavarla con frecuencia, cada dos o tres semanas. No obstante, lo más importante es mantenerla limpia de impurezas que pueden dañar la pintura como por ejemplo, los excrementos de aves, la resina de los árboles o los salpicones de alguna carretera que esté en obras. 

No obstante, estos sólo son los consejos más básicos para el mantenimiento de tu coche. Si eres un fanático del motor, puedes leer revistas de coches digitales o ver los vídeos en la red con las últimas tendencias.  Y lo más importante, cuando conduzcas, no te olvides disfrutar del camino que vas conquistando