El valor de los coches según las compañías de seguros

He podido comprobar que muchas de las consultas de los lectores se refieren a problemas con los seguros. Debido a la aridez del tema, junto con el excesivo uso de tecnicismos, en muchas ocasiones la gente contrata una póliza sin tener ni idea acerca de lo que cubre y lo que no. Aunque es algo que se presupone, quiero resaltar la importancia de leer detenidamente la letra pequeña de nuestro seguro. No obstante, si estamos a punto de contratar uno, es recomendable que no nos centremos tanto en el precio y valoremos más los servicios que incluyen. Generalmente las ofertas más baratas suelen ofrecer peores coberturas.

En un futuro artículo trataré el tema de los siniestros totales, sin embargo hoy me voy a centrar más en la particular forma de valorar  los vehículos por parte de las compañías. En alguna ocasión habrán oído hablar de términos que suenan similares: valor de nuevo, valor venal o valor venal mejorado. De conocer exactamente las diferencias entre unos y otros conceptos va a depender en gran medida que obtengamos más o menos dinero en caso de un siniestro total.

Lo primero que debemos saber es que estas expresiones entrarán en juego siempre que hayamos sufrido un accidente importante, en el que la reparación sea más costosa de lo que vale realmente el automóvil; o que el mismo haya desaparecido por culpa de un robo.

En caso de pérdida total, si el coche es muy nuevo, las aseguradoras suelen pagar el valor de nuevo. Es decir, indeminazarán al cliente con una cantidad que se corresponde con lo que vale un vehículo igual al asegurado. Para determinar la cantidad exacta no se tendrán en cuenta el valor de los opcionales, si estos no se encuentran descritos en la póliza. Por eso es importante que, al contratar el seguro, figuren de un modo detallado, incluso aunque suba el precio.

Otro término que manejan las compañías es el de valor de mercado o reposición, que se asimilaría con el valor del automóvil en caso de comprarlo en el momento del siniestro. Los seguidores de este blog lo entenderán si les digo que suele aproximarse al valor de venta entre particulares que habitualmente proporciono en mis tasaciones.

Siguiendo con la misma terminología, el valor de compra entre profesionales se equipararía con lo que en el mundo de los seguros se conoce como valor venal. Sería lo que obtendríamos en caso de vender el coche justo en el momento previo a sufrir el siniestro. El valor venal puede llegar a ser entre un 20 y un 30 por ciento más bajo que el de reposición. A diferencia de mi forma de tasar (orientada más a la compraventa que a la valoración de siniestros) los peritos de las aseguradoras no suelen considerar ni los kilómetros recorridos ni el estado general del vehículo.

Por último, dependiendo de cada compañía, nos podemos encontrar con que también existe la posibilidad de un valor venal mejorado en un determinado porcentaje. Contrataremos una mejor póliza si nos ofrecen una indemnización sobre el valor venal mejorado en un treinta por ciento, que otra aseguradora que lo haga sobre el valor venal mejorado en un diez por ciento. Por eso decía al principio que era mejor no centrarse tanto en el precio ya que una tarifa más barata puede depararnos la sorpresa de una peor valoración en caso de siniestro total.