ESTAFAS EN COMPRAVENTAS DE COCHES POR INTERNET

Foto: www.autobild.es

Seguramente la compraventa de coches sea una de las actividades económicas que más estafas ha generado desde que se inventaron los primeros vehículos a motor hace más de un siglo. De hecho, siempre ha sido un mundo que ha atraído a todo tipo de golfos y pillos de cualquier pelaje y condición. Por eso es normal que en Internet se produzcan tantos casos de fraude, ya que la red no deja de ser un reflejo del mundo real en el ciberespacio. Y como digno espejo de la realidad, en Internet, a parte de estafar, se amenaza, se acosa, se difama,…

El caso que voy a narrar lo conozco en detalle ya que le pasó a un cliente de un compañero de trabajo. Un joven compra un automóvil alemán de gama alta muy llamativo. Un modelo muy personalizado, con llantas de perfil bajo y paquetes deportivos. Aunque desconozco el montante exacto, lo más probable es que le costase más de 30.000 euros.

Un año después, el concesionario que se lo vendió recibió una llamada desde la otra punta de España preguntando por ese coche en concreto, que aparecía a la venta en una página de Internet. El posible comprador, algo mosca, comentó que en las fotos del anuncio aparecía el portaplacas de dicho establecimiento. Su intención era conocer el historial de ese vehículo, para saber si había tenido alguna avería importante o un siniestro. El hombre estaba muy interesado ya que se lo estaban ofreciendo en 10.000 euros y le parecía un chollo. No obstante, algo le debía de parecer raro, ya que no es normal poner a la venta coches tan nuevos y tan baratos.  En el anuncio se explicaba que todo se debía a un traslado a Inglaterra, y que llevando el volante en el lado izquierdo le iba a resultar incómodo al actual propietario.

La caña estaba lanzada y los estafadores esperaban con paciencia a que algún pececillo incauto y codicioso picase el anzuelo. Lo que no contaban era con la desconfianza del interesado y sus posteriores gestiones. El concesionario, extrañado de que pusiese a la venta el coche tan rápidamente y a un precio tan bajo, decidió ponerse en contacto con él. La respuesta fue clara y contundente: “estoy encantado con el coche y no lo he puesto a la venta”. Pero la matrícula y el modelo coincidían con el del anuncio. Es más, las fotos eran reales y habían sido tomadas sin consentimiento cuando el automóvil se encontraba aparcado en la calle.

Foto: http://noticias.coches.com

Pero los estafadores no pensaron bajo ningún concepto que el propietario del bien objeto del timo fuese un policía que inició una investigación. Al final, los delincuentes fueron detenidos y no se pudo llevar a cabo el delito.

El “modus operandi” se da en bastantes ocasiones de un modo simiilar. Localizan un vehículo aparcado en la calle que esté en muy buen estado, normalmente de gama alta, cuidado y con equipamientos llamativos. Le hacen unas fotos haciéndose pasar por los dueños y las cuelgan en Internet anunciando que el coche está a la venta, normalmente porque el propietario se muda a Inglaterra y no va a poder conducir con comodidad al tener los mandos en el lado izquierdo.

El reclamo suele ser el precio, mucho más bajo de lo normal. En el caso que estoy narrando, un modelo que podría venderse fácilmente por más de 20.000 euros, se ofrecía en 10.000 euros. Es evidente que nadie da duros a cuatro pesetas y los estafadores utilizan la codicia de los “palomos” para sacar tajada. Por eso, la regla de oro para evitar ser estafados en Internet es huir de los precios excesivamente baratos.

La idea de los estafadores era convencer a alguien con interés para que  hiciese una transferencia de 5.000 euros con el fin de dejar reservado el automóvil. Como el trato se hacía a través de correo electrónico, no era posible ni verlo físicamente ni hablar por teléfono con los vendedores. La transferencia debía llevarse a cabo a través de Western Union, lo que hace prácticamente invisible a los receptores del dinero, ya que con un simple código pueden hacer efectiva la transacción, sin necesidad de registrar la identidad ni de firmar papeles. En el momento en que los estafadores cobraban la transferencia, desaparecían sin que nunca se volviese a saber de ellos.

Analizando el modo en que realizaban la estafa podemos establecer una serie de normas o consejos que nos pueden servir para evitar fraudes similares a este. Lo primero que debemos hacer es huir de los contactos exclusivamente por correo electrónico. Las negociaciones se tienen que hacer en persona y nunca debemos hacer ningún desembolso económico sin antes haber visto el coche y los papeles del mismo. Por otra parte, las fotos de mala calidad, hechas en un parking público o con el vehículo estacionado en la calle, con la misma posición en todas las vistas, son indicios claros de encontrarnos ante una estafa. Y más todavía si esas imágenes sospechosas se combinan con números de teléfono inexistentes y precios sorprendentemente baratos.