¿Porqué siempre diesel?

El BMW 320i familiar nos muestra una cara mas cercana de coches con motorización gasolina. Un coche si bien grande, cómodo y a primera vista un coche que impresiona por cifras y datos, un coche que vale la pena estudiar en detalle.

Es costumbre bienavenida española y por lo general europea, al menos en los últimos años, la compra de un coche con motor diesel. Un vistazo a la mayoría de coches que vemos en carretera, nos da la pista. Generalmente en la zaga del vehículo y si nos paramos en los BMW la descripción suele ser de 320d o 318d. Nada malo, pero ahora con el cuatro cilindros gasolina de 184 caballos puede que la costumbre cambie.

De por vida es costumbre identificar a BMW con motores seis cilindros en línea, pero esto ha ido cambiando en los últimos años. Los motores de menor potencia trabajan ya en todas sus variantes de modelos con cuatro cámaras de combustión que con la ayuda adicional de un turbo intentan compensar la pérdida de cilindrada. De ello se hace buena mella en Europa donde los diesel marcan las pautas desde hace varios años. Con modelos como el 320i se podría cambiar esta tendencia. Las prestaciones del 320d y el 320i no se diferencian en mucho.

El motor de inyección directa turbo de dos litros del 320i presta una potencia de 184 caballos con un par máximo de 270 Nm entre las 1.250 y las 4.500 rev/min. Los cerca 100 Nm menos de potencia en comparación con el diesel los equipara el 320i con más revoluciones.

En dinámica de conducción no se notan apenas éstas diferencias. Mas aún en combinación con un cambio de ocho marchas automático en perfecta sintonía con el motor. Por lo general no se pasará de las 1.400 rev/min. El motor del 320i familiar no hace excesivamente mucho ruido al revolucionar lo que deja una buena impresión. En caso de necesidad presta la suficiente potencia para salir de cualquier apuro. La aceleración de los cero a los cien los saca en ocho segundos. Con un peso de 1,6 toneladas. Y una velocidad en punta de 230 km/h.

Con estos valores la comparativa entre gasolina y diesel está dada. Otra cosa es quizás el equipamiento como es la navegación. Cara muy cara. Si bien la unidad multifunción se deja controlar por el iDrive de una manera muy intuitiva, el acceso lento al internet es su lado negativo.

El problema radica una vez más, en el consumo. Con sus nueve litros sigue siendo un coche que para las costumbres actuales deja que desear. Aun así, quien sabe puede que gracias al equipamiento de serie y sus 37.000 euros aproximados de coste las costumbres tienden a cambiar…