Siete trucos para descubrir posibles averías en un coche de ocasión

Una de las grandes obsesiones de todos los compradores de coches de segunda mano es que no tenga ninguna avería. Para dar mayor seguridad en este tipo de transacciones, existe una norma muy estricta por la que todos los establecimientos profesionales de compraventa deben otorgar en todas sus operaciones de venta de vehículos usados un año de garantía.

En cambio, por lo que respecta a los particulares las cosas no son tan fáciles de cumplir. Si le compramos el automóvil a un amigo, o a alguien que lo anuncia por Internet, pese a que el Código Civil habla de los vicios ocultos que son responsabilidad del vendedor, habría que meterse en largos pleitos que no suelen compensar. Sobretodo si tenemos en cuenta que ahora se están vendiendo muchos coches viejos, muy susceptibles de sufrir averías.

Si no queremos encontrarnos con sorpresas desagradables, les recomiendo que hagan caso a estos consejos:

  • Debemos ver el vehículo que nos interesa con el motor frío. De este modo, podremos observar cómo arranca en frío. Si tuviese problemas con la puesta en marcha, es probable que el dueño lo sepa y pretenda enseñárnoslo con el motor ya arrancado previamente. Si observamos que está caliente, pospongamos la revisión para un momento en que se haya enfriado del todo.
  • Para que no nos quememos, debemos comprobar que no haya pérdidas de aceite con el motor en frío. Para ello, inspeccionaremos visualmente los distintos elementos. Además, con un pañuelo de papel, meteremos la mano para frotar las piezas que no se pueden ver a simple vista para percibir si se mancha de aceite.
  • Con el motor al ralentí, debemos escuchar que el sonido sea bajo y uniforme. Si está excesivamente revolucionado, o no suena rítmicamente, puede haber algún problema.
  • Ya he explicado en este artículo cómo se debe revisar para saber si el automóvil ha sufrido golpes estructurales. La inspección de los bajos, para ver si están corroídos u oxidados, es fundamental. Esta comprobación, obligatoria en ciudades costeras, debe llevarse a cabo aunque vivamos en zonas de interior.
  • Respecto a la duración de la prueba dinámica debemos solicitarle al vendedor que sea lo suficientemente prolongada como para ver que el motor no se calienta más de la cuenta y que el termostato funciona correctamente.
  • La dirección no debe tener holguras. Para ello giraremos el volante de un lado al otro en parado. Durante la marcha, comprobaremos soltando un poco el volante que el vehículo no se desvía de su trayectoria.
  • Al finalizar la prueba, debemos pedirle al propietario que dé varios acelerones antes de apagar el motor, mientras nosotros ponemos un pañuelo de papel junto al tubo de escape. Si se manchase de aceite, significaría que pueden existir fugas internas de lubricante.