Simuladores de conducción

Recientemente hemos visto como algunos países como Chile han aceptado el uso de programas simuladores de conducción para preparara chóferes de camiones. En nuestro país acabamos de conocer la noticia de que ALSA, una de las principales empresas de transporte en autobús, ha desarrollado un simulador con el que esperan mejorar la formación de sus conductores.

¿Quiere esto decir que los simuladores se incorporarán pronto como una herramienta más en las autoescuelas para formar a los nuevos conductores? ¿Pueden llegar a ser fundamentales para que personas que ya tengan carnet de conducir se adapten a situaciones especiales?

drive simulator

Aunque evidentemente desconocemos el futuro, creo que pocos son los que dudan a estas alturas de lo que un simulador de conducción puede aportar en la formación del conductor.

Enfrentarse a situaciones complicadas de recrear

En un libro o en un texto didáctico se pueden dar muchas explicaciones sobre como se debe de conducir sobre nieve o hielo, por poner un ejemplo. Pero si siempre has vivido en zonas cálidas y no has tenido la posibilidad de experimentar por ti mismo la sensación de hacerlo es seguro que la primera vez te llevarás más de un disgusto al intentar controlar el volante.

Sin embargo con un simulador la realidad se puede recrear de un modo muy eficaz y es posible sentir en los pedales y el volante las sensaciones que se tienen al patinar sobre hielo o al tener que moverse sobre una gruesa capa de nieve con cadenas.

Del mismo modo para personas que están comenzando a conducir, utilizar un simulador previamente a sus prácticas reales puede ahorrarle nervios y mucho dinero ya que seguramente obtendrá los conocimientos con menos clases prácticas.

Conducción deportiva

Siempre se ha comentado que algunas casas de vehículos de alta gama deportiva no venden sus vehículos a personas que no tengan una experiencia previa con coches de características similares o con alguno de los motores inferiores de la casa.

De este modo se evitan la mala publicidad resultante de los accidentes o muertes que se pueden producir a los mandos de un deportivo de su firma. El uso de un simulador puede suplir esta experiencia previa, obligando al futuro comprador a realizar un curso en el que se impartan clases prácticas con estos programas.

Y es que estamos hablando de mucho más que un videojuego al uso, sino de algo que puede convertirse en una herramienta didáctica que puede ayudarnos a ser mejores al volante e incluso a descubrir los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas mediante programas que simulan nuestras percepciones cuándo estamos bajo la influencia de estas sustancias.