¿Tres puertas o cinco puertas?

Esto es lo que muchos nos planteamos a la hora de comprar coche utilitario y la respuesta va a variar dependiendo de nuestros gustos y necesidades. Pero también de nuestro presupuesto, ya que en ocasiones la diferencia de precio entre un modelo de tres puertas y su equivalente en cinco puede ser una influencia determinante en nuestra decisión.

A veces, la rebaja en el precio viene también acompañada por menores prestaciones o comodidades para los viajeros del asiento trasero, además de la lógica de carecer de puerta de entrada propia.

5 doors car

Por ejemplo, en algunos coches las ventanillas traseras de los modelos de tres puertas son fijas y no se permite bajarlas, o el espacio para las piernas se ve muy reducido al haber una diferente distribución del espacio interior. Hay que valorar todos estos aspectos en función del uso que le vayamos a dar a la parte trasera del vehículo.

Las puertas y los niños

Cuándo los niños son muy pequeños, las puertas de atrás son también motivo de polémica. Mientras algunos las encuentran imprescindibles para poder acomodar bien a los niños, colocar sus sillas homologadas y colocarles los cinturones, otros opinan que son un elemento de peligro más.

Aunque casi todos los coches tienen mecanismos para bloquear puertas y ventanas, hay que acordarse de accionarlos para evitar que los niños puedan abrir una puerta en marcha o arrojar algo por la ventanilla.

Sin embargo, si los niños son ya crecidos, las cinco puertas pueden ser una comodidad que vale la pena pagar. Sobre todo si utilizamos normalmente el coche para dejarlos y recogerlos en el colegio y las actividades diarias. Es decir, si va a haber trasiego de subidas y bajadas.

El aspecto del coche

Si no se trata de un coche familiar, sino del vehículo para una persona soltera o una pareja sin hijos, entonces seguramente se valorará mucho más el aspecto del mismo que su uso práctico. Quiero recalcar que sigo hablando de utilitarios, pues en coches compactos no suele haber demasiadas opciones y la casi totalidad son de cinco puertas, mientras que por el contrario, los deportivos puros es habitual que sean de tres.

Un coche de tres puertas es mucho más deportivo y estéticamente más atractivo que los de cinco. En el primer caso las puertas son más grandes, ya que deben de permitir el acceso a la parte trasera. La línea suele variar y normalmente son coches visualmente más llamativos.