Prueba del Audi Q5 Hybrid

Los partidarios de los coches ecológicos siempre tratan de convencerme de que, con el uso habitual que hago de mi vehículo particular, me convendría adquirir un modelo híbrido. Yo siempre les contesto que no soy partidario de ese tipo de automóviles, ya que me parecen más las pegas que las ventajas. Creo que mis argumentos son conocidos por todos los lectores: son un quiero y no puedo creados para salir del paso hasta que se diseñen baterías con autonomías aceptables y tiempos de recarga más breves. Mientras tanto, los fabricantes, que no quieren verse relegados a un segundo plano en esta revolución tecnológica, están ofreciendo unos modelos basados en tecnologías preexistentes, con la intención de dar al mercado coches que contaminen menos, aparentemente eléctricos pero que no se detengan a los 150 kilómetros de haber empezado el viaje. Pero volviendo a las recomendaciones de mis conocidos más geeks y ecologistas, vamos a ver los motivos por los que me aconsejan que me compre un híbrido. Básicamente porque mis recorridos diarios en automóvil son siempre muy repetitivos, siendo exclusivamente para ir y volver al trabajo.  Al ser una ruta totalmente urbana de unos cuatro kilómetros de distancia, muchos piensan que si tuviese un híbrido la gasolina que mueve el motor de explosión se me acabaría caducando en el tanque de combustible. En los próximos párrafos verán que las opiniones de muchos pueden estar equivocadas al no estar fundamentadas en pruebas válidas. More →