Jun 23 2011
OPINIÓN: MEDIDAS CONTRA LAS MANIPULACIONES ILÍCITAS DEL CONTADOR DE KILÓMETROS
En las corridas de toros, una de las cosas que más indignación causan es la manipulación de las astas de la res para que provoque menos peligro. Y si está absolutamente perseguido es, sobretodo, por lo que supone de adulteración de la pureza de la fiesta. Cuando se produce el “afeitado” de los pitones se está engañando a los aficionados, se les está estafando. Incluso así, pese a que la práctica está prohibida, se sigue llevando a cabo por diversos motivos que no vamos a tratar aquí.
Algo parecido sucede en el sector de la compraventa de vehículos de ocasión, donde se producen «afeitados» similares al de los toros, pero en el contador de kilómetros, que son las únicas defensas que tienen los coches para que no se produzcan engaños y estafas. Porque es necesario recordar que alterar los kilómetros que marca el odómetro de un automóvil es una estafa tipificada en el Código Penal Español.
Aunque este mal es tradicionalmente achacado a la picaresca española, debemos aclarar que esta fea costumbre no es un invento español. Bajarle kilómetros a un coche es algo que se lleva haciendo desde que los automóviles se popularizaron al ser producidos en cadena en Estados Unidos durante las primeras décadas del siglo XX. No tenemos más que leer en un pasaje de “Las uvas de la ira” de Steinbeck como los vendedores de vehículos usados manipulaban el cuentakilómetros y ocultaban dolosamente las averías a los pobres incautos que necesitaban un automóvil para emigrar cargados con todas sus pertenencias huyendo de la Gran Depresión.
Hoy en día, el abuso repetido sin escrúpulos por parte de un amplio sector de la compraventa nos ha cubierto con el velo de la sospecha a todos los que desempeñamos nuestra labor profesional con honradez y abnegación. En este negocio existen dos tipos de personas: las que venden coches para satisfacer necesidades, y las que venden coches para crear problemas a sus clientes. Los que manipulan los contadores se encuentran en el segundo grupo. Y lo más triste de todo es que, por los pecados de unos pocos, todos sufrimos la penitencia. Por culpa de una minoría de estafadores, todo un sector esta bajo sospecha.
Los que conozcan el mundo comercial sabrán que la confianza es fundamental para ejecutar un negocio. Pues imagínense si para desempeñar su trabajo tuviesen que luchar sistemáticamente por conseguir la confianza, algo que en cualquier otra transacción se presupone de buena fe. Es duro, ¿verdad?
Si partimos de la base de que es un problema generalizado –sobretodo en un determinado tipo de establecimientos y personas-, no entiendo el motivo por el que las autoridades no trabajan en serio para evitarlo. Con la intención de que esta lacra se extinga, yo propongo una serie de medidas que creo que pueden ayudar a reducir el problema:
- Creación en la Dirección General de Tráfico de una base de datos estatal en la que, junto a la fecha de la inspección técnica de cada coche, figuren los kilómetros que tenía al realizarse. Además, dicha base de datos sería de acceso público y gratuito.
- Promulgación de una ley sobre la compraventa de vehículos usados que regule explícitamente los derechos y obligaciones de las partes intervinientes, y que castigue con ejemplaridad a los que manipulen odómetros, incluso prohibiéndoles el ejercicio legal de la profesión.
- Modificación de la Ley de Protección de Datos para que se regule explícitamente que los Servicios Oficiales de cada marca tengan la obligación de mostrar el historial de reparaciones con los correspondientes kilometrajes a las personas que demuestren un interés legítimo en la adquisición de un coche usado.
- Modificación del Código Penal para crear un nuevo delito que castigue con penas más severas a todos los que tengan algo que ver con la manipulación de los cuentakilómetros. Desde el que instiga o contrata, hasta la persona física que modifica el contador.
Jun 29 2011
CONSIDERACIONES RESPECTO A LA IMPORTACIÓN DE VEHÍCULOS
Vaya por adelantado que, pese a que soy algo reacio a la importación paralela de vehículos, no todo es negativo o problemático en esta rama de la compraventa. Incluso cabe la posibilidad de encontrar buenas oportunidades a precios interesantes. Aunque en otras muchas ocasiones, la importación de vehículos –sobretodo de Alemania o Bélgica- se ha convertido en un nido de piratas y estafadores.
Pero lo primero de todo es empezar por distinguir las formas de importar un vehículo. Por una parte hay que aclarar que todos los coches fabricados fuera de España son de importación. Sin ánimo de ser exhaustivos, cualquier Audi, BMW, Fiat, Toyota o Kia que se vende en España a través de un Concesionario Oficial, tiene la consideración legal de vehículo importado. De hecho, si no se ha fabricado en la Unión Europea, incluso hay que pagar los aranceles correspondientes. No obstante, el elemento característico de este tipo de importaciones es que la introducción en España del automóvil la realiza el propio fabricante, o una empresa filial de este, por lo que consideraremos este como el canal oficial de importación de vehículos en España.
Otra forma que se ha puesto de moda en España sería la de ir –en persona o mediante un representante- a Alemania, Bélgica o cualquier otro país y comprar un coche allí con la intención de matricularlo y usarlo en nuestro país. Generalmente este tipo de importaciones abundan para los modelos alemanes de gama alta. Normalmente suelen ser automóviles como Mercedes, BMW, Audi, Porsche, Vokswagen,… Más altos de precio que la media en España y con más prestigio que sus homólogos españoles. Lo habitual es traerse vehículos ya usados en Alemania y que por eso tienen un precio más atractivo.
Sobre lo expuesto en el párrafo anterior hay un falso mito que me gustaría aprovechar para derribar. Mucha gente opina que los coches de ocasión de Alemania son mejores que los de España. Invadidos por el clásico complejo de inferioridad hispánico, deben de pensar que los automóviles en Alemania no se averían, o se usan menos que aquí. Otros creerán que los propietarios teutones son más cuidadosos que los españoles. Es evidente que esto no es así. En Alemania, como en cualquier otro lugar, hay muchos tipos de conductores y no puede generalizarse. Lo mismo que en España, hay usuarios de coches de todas clases y colores. Gente que cambia el vehículo cada cuatro años con pocos kilómetros, y otros que viajan muchísimo y que renuevan su automóvil cuando el contador marca los 300.000 kilómetros.
Además, hay una peculiaridad germana que debe resaltarse. Todo el que haya conducido por una «autobahn» alemana habrá observado que se suele circular a velocidades trepidantes –mucho más rápidas que en España- y que también hay graves accidentes de tráfico -incluso más que aquí-. Con esto lo que quiero decir es que un vehículo de ocasión, por muy traído de Alemania que sea, no es garantía de nada. Los compradores tienen que ser conscientes de que este tipo de automóviles importados tienen las mismas ventajas e inconvenientes que los coches usados a la venta en España.
By Altrade • Compraventa • 0 • Tags: bajar kilómetros, coche de ocasión, coche usado, coches de Alemania, coches de Bélgica, coches de importación, Consejos, importación, indicios de engaño, kilómetro cero, kilómetros reales, qué mirar en un coche usado, seminuevo, traer a España coches de importación, vehiculo, Vehículos usados