TASACIÓN DE COCHE USADO (I)

Foto: tasarcoches.com

Muchos de los que están interesados en adquirir un vehículo no podrían hacerlo si el concesionario o el compraventa con el que van a concretar la operación no les recomprase a la vez su coche usado. Y esto es así, sobretodo, porque la gente se ha vuelto cómoda y no tiene ganas de poner anuncios en periódicos y páginas de Internet, llenar su ciudad de carteles y quedar con posibles compradores,… Por eso los propios profesionales, con la intención de facilitar las ventas y de abrir más vías de negocio, se decidieron desde hace bastante tiempo a comprar los vehículos usados para luego revenderlos a cambio de un beneficio.

Antiguamente eran los propios vendedores los que valoraban personalmente el coche, generalmente de un modo muy poco profesional. Muchos recordarán al típico comercial que, sin moverse de su mesa, le preguntaba al cliente por el modelo que quería dejar, los kilómetros y el año de matriculación. Tras mirar en el libro, ofrecía una valoración que no se ajustaba a unas reglas fijas, ni tenía la más mínima coherencia ni seriedad comercial. Sobretodo porque había algunos tipos que subían la valoración dependiendo de lo que les estuviesen apretando los compradores, y sin apenas negociar el precio del vehículo nuevo, que es donde pretendían pegar el sartenazo.

Igual que un automóvil nuevo tiene un precio determinado, los usados también se valoran en función de unas características objetivas que dan como resultado una cantidad fija e invariable. En mi opinión el valor de un vehículo de ocasión debe ser igual, o muy similar, en todos los establecimientos que se visiten.

Actualmente las redes comerciales han aumentado mucho su profesionalidad, a la par que la competencia crecía exponencialmente. Es por eso que las marcas se han visto obligadas a incrementar el nivel de formación y de capacitación de sus vendedores.

Se puede decir, salvo excepciones, que hoy en día los coches se valoran realizando una peritación técnica más seria y profesional. Generalmente suele haber un responsable de vehículos usados que es quien debe tasar los coches que se dejan como parte del pago. Lo lógico es que revise el estado general de la carrocería, anotando los defectos de chapa. Además, comprobará los neumáticos y hará constar si es necesario el cambio por excesivo uso o desgaste. Tras la revisión exterior, comprobará el interior y mirará si funciona el climatizador y los elevalunas eléctricos. Todos los desperfectos susceptibles de depreciar el vehículo suelen ser anotados en una hoja de tasación.

No se extrañe si salen a carretera para probar el coche. De ese modo se observan los posibles fallos que pudiesen existir en el motor, en la suspensión, en la caja de cambios o en el embrague. Como es comprensible, cualquiera de esos defectos supondrían una merma en el valor de tasación, pues son fallos que tendrán que repararse antes de poner el automóvil a la venta.

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