Toyota venderá un coche de pila de hidrógeno en 2015

En este blog siempre me he posicionado a favor del coche de pila de hidrógeno. Creo que es la única solución al futuro de la movilidad con un nivel de cero emisiones. Y no me vale el argumento sobre los sistemas actuales de hidrólisis que generan altas emisiones de CO2. Aunque nadie puede negar que el proceso, si se utiliza electricidad proveniente de combustibles fósiles, es contaminante; el efecto se reduce a cero cuando la energía utilizada proviene de fuentes alternativas como la eólica o la fotovoltaica.

Por eso me congratula la noticia que leí en El Mundo hace un par de días en la que Didier Leroy, presidente de Toyota Europa, confirmó que en 2015 estarán en disposición de comercializar un coche de pila de hidrógeno a un precio razonable. Esto no quiere decir barato, ya que estos modelos se posicionarán en el rango de precios de los vehículos eléctricos e híbridos. Llevándolo al terreno de mis opiniones personales, a un mismo precio me decantaría sin dudarlo por uno de pila de hidrógeno, con más autonomía y tiempos de repostaje de hidrógeno similares a los de un motor de combustión.  

El quid de la cuestión para empezar a vender las primeras unidades radica en la existencia de una infraestructura de distribución de hidrógeno suficiente para que los automóviles no se queden tirados a la primera de cambio. Por eso el presidente regional de Toyota argumenta que la Unión Europea debe mojarse en este asunto para permitir la entrada de operadores alternativos en un negocio copado por las petroleras. Y como es evidente, mientras estas mantengan volúmenes aceptables de ventas de combustibles fósiles, no van a invertir más que lo justo en las nuevas hidrolineras. Sin embargo parece que es la pescadilla que se muerde la cola, ya que nadie pondría un centro de distribución de hidrógeno si no hay vehículos que lo demanden.

Por lo que ha comentado Leroy, frente a gobiernos -mayoritariamente del norte de Europa- muy favorables al hidrógeno, están observando que hay otros países de la Unión que han apostado a todo o nada en la tecnología eléctrica pura, lastrada por unos handicaps que no tiene la de la pila de hidrógeno.

En línea con lo anteriormente expuesto, el único fabricante del que tengo noticias acerca de su implicación activa con la generación de energía sería Audi. Corríjanme si me equivoco, pero por lo que sé es el único que ha establecido un proyecto de producción con plantas eólicas. Con la idea de que esa electricidad proveniente de sus molinos se utilice para mover los vehículos eléctricos de la marca, piensan destinar el excedente a la obtención de hidrógeno de un modo limpio, sin emisiones de CO2. De ese modo, un fabricante se encargaría del ciclo completo, desde la fabricación del coche hasta la generación de la energía que lo mueve. Aunque llevo bastante tiempo oyendo hablar de este proyecto, me da la sensación que de momento es más una solución de marketing que una realidad. Además, desconozco la cantidad exacta de energía eléctrica que prevén producir. Incluso así, me sigue pareciendo un paso adelante que muchos no han querido dar.