Una franquicia en torno al motor… ¿Por qué no?

Por mucho que quieran decirnos lo contrario, sigue siendo muy difícil encontrar trabajo, y más aun si hemos ido a estropear las estadísticas de la Encuesta de Población Activa cuando hemos entrado en esa edad en la que no tenemos derecho a molestarnos cuando nos traten de “usted”. Pues bien, le traemos a usted una estupenda solución para tener trabajo, siendo, además, su propio jefe.

Estamos hablando, como puedes suponer, de las franquicias, y si eres, además, un apasionado del motor, vamos a darte la idea de que adquieras una (¿por qué no?) relacionada con este sector. Y no, no nos referimos necesariamente a concesionarios de unas u otra marcas… al fin y al cabo, si algo tienen las franquicias es que se ofrecen en torno a todo tipo de productos.

Sea como sea, no vamos a concretarte qué productos relacionados con el coche ten van a salir más rentables o con cuáles vas a estar más cómodo en una futura vida como franquiciado. Eso es más bien cosa tuya, de tus gustos, conocimientos y capacidades. Vamos a hablar, en cambio, de las franquicias y de cómo franquiciarse desde un punto de vista práctico, pero más bien genérico.

Poderoso y esquivo caballero…

De este modo, vamos a resolver el gran problema que se le presenta a un franquiciado en ciernes, después de decidir a qué quiere dedicarse: cómo financiar una franquicia. Lo cierto es que todos los franquiciadores ponen a nuestra disposición su know how; el nombre comercial de la marca, con todos sus derechos de propiedad intelectual, sus productos y servicios; los métodos y técnicas del negocio… Cuanto podamos  esperar, a cambio, eso sí, de unos derechos o royalties en forma de dinero.

Y, claro, esos derechos no siempre son baratos. De hecho, en muchos casos no es suficiente con capitalizar la prestación por desempleo y, claro, tendrás que acudir a un banco a que te echen una mano. Naturalmente, sabes que la banca ha “cerrado el grifo” a la hora de financiar a las empresas… pero, una vez más, la franquicia es un caso especial. Échale, si quieres comprobarlo, un vistazo a la información que a este respecto ofrece Banco Sabadell.

Prestar dinero a una marca

Ten en cuenta que el banco, más que prestar el dinero a una nueva empresa, se lo está ofreciendo a una marca consolidada. De este  modo, aunque no sea nulo el riesgo para la banca, sí que es menor. Más aun si tenemos en cuenta que las entidades de crédito tienen en muchos casos acuerdos con las empresas-matriz que no sólo facilitan conceder el crédito, sino que lo hacen en condiciones ventajosas para el concesionario.

Ten en cuenta que cada franquicia ofrece y pide unas condiciones diferentes en cuanto al local, ubicación, competencia… Pero todas ellas te van a exigir un dinero por adelantado, una cuota y una fidelidad durante equis tiempo a sus productos y una forma de trabajar que no siempre te va a ser cómoda –son muchos los casos que, una vez pasado el tiempo acordado, han cambiado de marca y de imagen, no nos engañemos-.

¿Vale la pena? ¡Vale la pena!

Sin embargo, parece que pesan más los argumentos a favor de abrir una franquicia: puedes establecer tu negocio sin tener experiencia previa, aprendiendo del franquiciador cuanto necesites saber. Tienes detrás a una marca consolidada, una empresa que te va a asesorar mientras das tus primeros pasos, ofreciéndote cuanta asistencia técnica o comercial necesites.

Además de la exclusividad de venta de tus productos en un área amplia, y relacionada con ella, hay que hablar de una importante reducción del riesgo, algo que también tienen en cuenta los bancos y cajas a la hora de financiar esa empresa que tienes en mente.