Un todoterreno compacto, nada de SUV. Land Rover Freelander TD4

¿Óptica de Ofrroad? Los hay muchos. Coches originales como el Land Rover Freelander son una alternativa fresca y honesta a los muchos SUVs que ofrece el mercado. A continuación los detalles de éste cuatro cilindros gasoil con 150 cv.

Con un motor 2.2 litros, el TD4 dispone del mismo motor que el eD4 diesel. Pero al contrario de éste, dispone de tracción a las cuatro ruedas. Y esto es un argumento de venta para una marca como es Land Rover. Dicho sea que el 4,50 metros de largo todoterreno británico es un auténtico vehículo para Offroad. A más de un campesino, cazador o terrateniente le ayudará en sus quehaceres diarios. Ya sea para excursiones espontáneas como para conducir por caminos escabrosos el TD4 desarrollará unas prestaciones increíbles.

Pero la mayoría de los clientes entenderán su Freelander como una combinación masculina como sustitutivo a un familiar. Al contrario que en un monovolumen, éste todoterreno tiene el añadido de libertad y exotismo. Aún cuando en el día a día se presenten problemas de aparcamiento. Presenta una carrocería que permite una visón generosa de los obstáculos exteriores. Las esquinas y los bordes son fácilmente detectables y sobre todo desde un ángulo superior. Uno va sentado en el Freelander no solo más alto sino también más cómodo. Lo que lo hace un vehículo útil para trayectos largos.

Del confort interior también traen cuenta los británicos. Sobre todo en equipamiento. En la segunda variante de equipamiento interior «S» que se puede obtener a un precio de 31.200 Euros se incluyen climatización automática, sistema audio y llantas de aluminio de 17″. Un sistema de navegación con conexión de teléfono por medio de Bluetooth se incluyen en el paquete «Business» por 2.100 euros adicionales.

Consumo de entre ocho y diez litros.

En una conducción abrupta el consumo sube hasta los diez litros cada cien kilómetros. Pero en una conducción normal en el día a día necesitaremos únicamente de 7,8 litros, lo que supone un incremento de unos 1,6 litros sobre lo indicado por la fábrica. El cuatro cilindros convence por un equilibrado desarrollo de su potencia. Aun cuando se denota una típica falta de potencia en los diesel, al arranque del vehículo. Antes de comenzar a rodar sobre todo en circunstancias climáticas frías, se hace de rogar el diesel. El vecindario dará cuenta de un ruido grave y pepitoso.

Pero una vez en movimiento el ruido del motor se mantiene coherentemente a un nivel de sonido de fondo. Los 150 caballos llevan a este todoterreno hasta unos límites de velocidad de 181 kilómetros por hora. Un cifra más que suficiente para un vehículo familiar de uso diario.

El Freelander tiene como competidores al VW Tiguan y coches de mayor envergadura como el BMW X3. Pero en ambos casos el Freelander puntúa sobre todo gracias a su óptica de chico auténticamente campestre. Un Land Rover es en definitiva el original cuando se trata de todoterrenos.