LOS VEHÍCULOS HÍBRIDOS COTIZAN AL ALZA

Foto: http://eco.microsiervos.com

A pesar de que en varias ocasiones he expresado mi opinión contraria a los vehículos híbridos, no puedo negar que en España comienzan a ponerse de moda. Debido a eso, tenemos ascensos muy fuertes en las ventas de este tipo de automóviles. Frente a una caída del 20% de enero a octubre  de 2011 en el mercado de coches convencionales, los híbridos han experimentado una subida del 23,24% en el mismo período de tiempo. Esto quiere decir que se han matriculado 8.597 turimos y todoterrenos con motores mixtos.

Para analizar el motivo por el que se está produciendo este fenómeno, debemos saber primero a qué denominamos vehículo híbrido. A pesar de que ya expliqué en otro post sus características fundamentales, quiero recordar que este tipo de modelos siempre disponen de dos motores. Lo habitual es que sean de gasolina –ahora comienzan a salir algunos modelos diésel– ayudándose de un motor eléctrico que funciona bajo determinadas circunstancias. Pero la terminología es confusa y también se denominan microhíbridos a los automóviles con un único motor que se para y arranca en las detenciones mediante un sistema denominado Start-Stop. Al final, lo que tratan los híbridos es de conseguir una reducción en el consumo de combustible y en las emisiones de CO2.

Es evidente que los españoles se están empezando a concienciar de que es necesario tener coches más eficientes, que consuman menos combustible y que expulsen menos CO2. Desde que cambió la normativa referente al impuesto de matriculación que primaba a los vehículos con menos emisiones, los fabricantes han realizado un arduo trabajo para adecuar su oferta a la legislación vigente. Eso ha hecho que los automóviles sean menos contaminantes en general que antes. Pero además, casi todas las marcas han lanzado modelos limpios o ecológicos que emiten menos de 120 gramos de CO2. Y estos son los coches tradicionales que más se están vendiendo, debido a que están exentos de pagar el impuesto de matriculación.

Como es obvio, un cliente concienciado con el medioambiente, que realice mayoritariamente trayectos cortos en ciudad, y que busque reducir los consumos sin renunciar a prestaciones, terminará por caer en las garras de un híbrido. Y es que se han puesto de moda. Los híbridos está muy bien vistos, aunque nadie sepa con exactitud qué tienen de  diferentes respecto a uno convencional.

Tengo la sensación de que, pese a las dificultades iniciales, han conseguido transmitir a los compradores un mensaje positivo y vitalista, haciendo ver a los clientes fascinados por las últimas tecnologías que un híbrido conjuga lo mejor de dos mundos: la limpia eficiencia de un coche eléctrico con la garra de un motor de gasolina.

De cualquier forma el camino que les queda por andar es largo y tortuoso. Sobretodo porque a nadie se le escapa que los híbridos son soluciones transitorias entre los automóviles actuales con motores de combustión y los modelos eléctricos que no disponen aún de la suficiente batería. Veremos en qué acaba todo esto.