Apectos a valorar al comprar un descapotable

Un vehículo descapotable es sin duda un capricho, ya que en ningún caso es necesario quitar la capota al coche para conducir. Pero sin duda es un capricho que puede proporcionar mucho placer a los amantes de este tipo de coches.

Antes de comprar un descapotable debes de valorar diferentes aspectos para estar seguro de que escoges la opción más adecuada para ti.

descapotable
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¿Voy a usar  mi descapotable a menudo?

Incluso diría que lo primero sería preguntarse si realmente se desea un descapotable o solo nos estamos dejando llevar por la idílica imagen de estos coches.

Si se vive en una zona dónde el tiempo acompañe es posible que sea una buena opción un vehículo descapotable y que a lo largo del año se use un número suficiente de veces como para pagar lo que vale. Pero si vivimos en el norte de España quizás no sea la opción más adecuada ya que no vamos a disfrutarlo muy a menudo.

Ya no es solo cuestión de la lluvia, sino que cuándo hace mucho aire o demasiado frío no es nada romántico ni elegante pasearse con los labios azules y a punto de contraer una pulmonía. Incluso con la mejor calefacción no dejan de ser poco adecuados.

Por supuesto cada uno conoce sus presupuestos, pero quizás fuera una mejor opción cuándo se vive en una zona fría o lluviosa comprar un coche con techo panorámico que se abra en mayor o menor medida y reservar la diferencia económica para otros aspectos del vehículo.

¿Qué tipo de capota me conviene?

Aunque lo he dejado para el final es quizás el aspecto más importante del vehículo descapotable. En el mercado hay tres opciones principales: la capota de lona, la capota rígida que se esconde en el maletero y la capota rígida desmontable.

La capota de lona es la típica de los coches descapotables clásicos. Al plegarse suele quedar apoyada sobre la carrocería por lo que no ocupa sitio en el maletero pero tiene serios inconvenientes. En primer lugar es delicada y puede ser rajada con cierta facilidad. Pero lo más importante es que un techo de lona no ofrece al conductor ninguna seguridad en caso de accidente.

Es evidente que con la capota recogida eso pasa con cualquier descapotable, pero cuándo conducimos cubiertos una capota de lona no aporta nada, mientras que la rígida si da más seguridad y protección al conductor.

El principal inconveniente de la capota rígida es que cuándo la recogemos nos quedamos sin maletero. A no ser que esta sea desmontable, lo cual es una buena alternativa siempre y cuándo no nos pille un chaparrón de verano mientras paseamos en nuestro vehículo.