EN CONTRA DE LO PREVISTO, LAS VENTAS DE AUTOMÓVILES VOLVIERON A DESCENDER EN JULIO.

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Foto: www.abc.es

A pesar de los positivos datos de la primera quincena de julio, el mercado ha vuelto a darle la espalda a los resultados finalizando otro mes –¡y van trece!- sin ver la luz al final del túnel. El volumen de nuevas matriculaciones continúa en negativo, con una caída del 4% respecto a julio del año pasado, siguiendo la tendencia del último año. Y eso que las expectativas de los fabricantes eran algo más prometedoras debido al efecto del verano y a una falacia estadística.

El efecto del verano hace que mucha gente, al planificar sus desplazamientos estivales, se percate de que ya va siendo hora de sustituir su viejo vehículo por uno nuevo. Esto suele suceder cuando las vacaciones se acercan y les entran las prisas por comprar rápidamente con la idea de estrenar coche antes del inicio de su viaje. Por este motivo, tradicionalmente se decía que el mes de julio solía ser bueno para los departamentos de ventas de las Concesiones.

Lo que yo llamo la “falacia estadística”, es denominado por Luis Valero, director general de ANFAC, el “espejismo estadístico de julio”. Me gusta más mi denominación porque es fiel reflejo de la perversión y la tiranía de los números. Consiste en comparar un período malo con otro mucho peor para que se registren ascensos en lugar de caídas. Como ya dije el mes pasado, los datos de matriculaciones de julio de 2010 fueron desastrosos, con un descenso respecto al año anterior del 25%, así que no hubiese tenido ningún mérito vender el mes pasado más unidades que en julio de 2010.

Aunque todo apuntaba a que por fin íbamos a tener una noticia mínimamente positiva, ya se sabe que la alegría dura poco o nada en la casa del pobre y no se ha llegado a materializar la esperada buena nueva. Al concluir el período se observa que se han matriculado todavía menos coches que en el mes de julio de 2010, lo que indica que el sector se encuentra con problemas de gran calado y difícil solución.

En lo que llevamos de año, se acumula un descenso del 24%, sobretodo porque las ventas a particulares están dando los peores resultados, con una pérdida del 60% desde que empezó la crisis.

Ya nadie se cree que la situación pueda mejorar y todos los agentes del sector están modificando sus previsiones a la baja, contando con que no se van a poder vender más de 830.000 vehículos, cifras muy similares a las de los años noventa del siglo pasado.

El optimismo ante un posible giro de la situación se ha agotado y las asociaciones de vendedores y fabricantes están dejando claro que ven muy difícil la mejoría barajada para el segundo semestre del año. Además, al contrario de lo que se esperaba, estiman que en todo el año 2012 no se va a poder observar ningún atisbo de recuperación.

El panorama pinta muy mal para todos los que vivimos de esto. Confiaremos en  que se equivoquen.