CÓMO ANUNCIAR LA VENTA DE NUESTRO COCHE USADO

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Foto: www.hoy.es

Después de preparar el coche concienzudamente y de haberle fijado un precio razonable y ajustado al mercado, tenemos que empezar a difundir por distintos medios nuestra intención de ponerlo a la venta.

Hay gente extravertida, con don de gentes, que no tiene problemas a la hora de ofrecer su vehículo a todo aquel que se le cruza por la calle. Suelen ser personas resueltas y atrevidas, que tantean entre los amigos y conocidos para ver si a alguien le podría interesar su oferta. A base de perseverencia, siendo incluso un poco pesados, terminan por vender su automóvil con una cierta rapidez.

Pero no todo el mundo es igual de lanzado. O tal vez prefiramos colocarle el coche a alguien que no sea de nuestro entorno. Por ello cada vez hay más medios que nos pueden ayudar a difundir nuestro mensaje.

El primero de ellos sería poner un cartel en las lunas del vehículo anunciando que está en venta. Pese a ser una solución barata y fácil, no me termina de convencer. Encima, dependiendo de las ordenanzas municipales de cada localidad, puede llegar a ser ilegal. Por no hablar de la poca efectividad que tiene, dado el mal uso por parte de compraventas ilegales. De hecho, es una técnica de la que abusan muy habitualmente aquellos «pseudoprofesionales» que quieren aparentar ser vendedores particulares. Su «modus operandi» suele ser sencillo: dejan varios automóviles aparcados junto a un centro comercial o en algún lugar de mucho tránsito, para que la gente les llame al reclamo del cartel pensando que es un particular el que vende.

Un sistema que suele funcionar mejor es el de los anuncios por palabras. Generalmente, en todas las ciudades, hay periódicos gratuitos que no suelen cobrar a los particulares por insertar anuncios. Aunque es un buen servicio, tiene varias limitaciones al permitir la edición tan sólo de textos muy escuetos, con una mínima descripción de la oferta, sin elementos tipográficos que destaquen sobre el resto. Además, tampoco es normal que permitan la colocación de fotos.

Lo mejor es que muchos de estos periódicos gratuitos suelen tener también una edición digital y en ocasiones publican simultáneamente el anuncio en Internet. Como su difusión es muy local, el hecho de que publiquen también los anuncios en Internet hace que se pueda llegar a más gente que con la edición impresa.

Es evidente que, si no estamos dispuestos a pagar, los medios tradicionales nos ofrecen muy pocas posibilidades de difundir nuestro anuncio. Otra cosa es si tenemos pensado gastarnos algo de dinero. En este caso, la prensa local nos puede ofrecer una serie de servicios mucho mejores que los gratuitos. Pero todo depende del dinero que estemos dispuestos a gastar.