Las marcas comienzan a cerrar concesionarios

Como era previsible, los concesionarios están empezando a recibir cartas en las que les rescinden los contratos de distribución que les unían con los fabricantes. Según explicaba la semana pasada el periódico Expansión, el número total de cancelaciones bordea las 1.500, con lo que estaríamos hablando de prácticamente la mitad de la red oficial de ventas en España. Amparándose en el vacío legal dejado por la derogación parcial de la Ley de Economía Sostenible –en lo que afectaba a la distribución de vehículos-, los constructores están aprovechando para hacer una limpieza de concesionarios. Con el fin de dar algo de luz al oscuro futuro que se plantea, han decidido redimensionar un tejido comercial elefantiásico -hipertrofia generada por ellos mismos- que se encuentra en una situación muy comprometida.

La misma noticia se hacía eco también de la preocupación de Faconauto, lobby que aglutina a los concesionarios, debido a la incertidumbre que esta medida genera en la continuidad de la actividad. Las misivas de rescisión unilateral les impiden a los franquiciados continuar representando a las marcas para las que prestaban sus servicios, haciendo imposible la recuperación de las inversiones realizadas en los últimos años.

Analizando la repercusión de esta revelación, he investigado un poco sobre la composición de las redes comerciales de los distintos fabricantes que operan en España, en relación con su volumen de ventas. Para simplificarlo un poco, nos vamos a centrar tan sólo en las matriculaciones de turismos a lo largo del complicadísimo año 2011. Si tomamos los datos de Seat, la marca que más coches vendió el año pasado con 73.524 unidades, y los dividimos por los 177 establecimientos que conforman su red oficial, podremos ver que hay un ratio de 415 automóviles por concesión.

El segundo en el ranking fue el fabricante Volkswagen, propietario de Seat, con 71.608 vehículos a lo largo del año. En este caso, sus 229 concesionarios hacen que el cociente baje hasta las 312 unidades.

Pero veamos ahora a la marca que más saturación sufre, debido a su ambiciosa política de distribución. Citröen dispone de 925 puntos de venta oficiales. Es el constructor que bate el record; pero no así en lo que se refiere a matriculaciones, ya que ocupa el quinto puesto del Top Ten con 59.198 turismos. En este caso el ratio de ventas por tienda se desploma hasta los 63 coches. ¿Entienden ahora por qué se está despidiendo a tantas personas y cerrando tantas concesiones?

Los pésimos ratios de Citröen son calcados a los de su principal competencia: Renault con 83 y Peugeot con 91 unidades por punto de venta. De todos modos, estas marcas no son las más sobredimensionadas. Como curiosidad, me gustaría explicar que las peores cifras son las de Suzuki, con un ratio de 10 unidades por tienda. La marca japonesa, con poca penetración en España (2.558 automóviles en 2011), posee un excesivo número de concesionarios (238), lo que repercute en una más que presumible baja rentabilidad de sus franquiciados. En el lado contrario tendríamos a Ford, la mejor posicionada de las marcas generalistas, con un sistema de distribución más acorde a los tiempos que corren. Con un cociente de 454 turismos por concesionario, ocupa el tercer puesto del ranking nacional de matriculaciones con 64.928 unidades, y una red de 143 establecimientos.