Los coches de buyback

El buyback es un concepto que no es exclusivo de la automoción. De hecho, la primera vez que lo oí fue en temas bursatiles, refiriéndose a la compra propia de acciones de una compañía en el mercado abierto. Pues en el mundo de los coches, el buyback consiste en cerrar acuerdos entre las grandes compañías de alquiler a corto plazo y las marcas por los que éstas se comprometen a recomprarles los vehículos que les han vendido en un corto espacio de tiempo. Es decir, las empresas alquiladoras adquieren una flota de automóviles a un precio determinado. Junto con el de compra, también pactan un valor de recompra, que será el que pagará el fabricante cuando haya trascurrido el plazo estipulado –generalmente de seis meses a un año- y se devuelvan los coches.

La empresa de rent a car no tendrá más que calcular la diferencia entre el precio de compra y el de venta para saber cuáles son sus costes. Con este sistema, disponen de una flota renovada y los fabricantes pueden salir mejor en la foto matriculando más unidades. Aunque creo que no es correcto por lo que explicaré más adelante, generalmente estos vehículos seminuevos se suelen ofrecer como Kilómetro Cero en los concesionarios de cada marca.

Este sistema tiene una peculiaridad: es mucho más importante el precio al que se recompra el automóvil que el de venta inicial. Si se aplican menos descuentos a la alquiladora en la primera operación, el precio de recompra será más alto, y eso influirá en el valor que se fije a la hora de venderlo al cliente final.

A los fabricantes les viene muy bien este tipo de operaciones debido a que colocan muchas unidades a lo largo del año. En concreto, en 2011 las ventas a empresas de alquiler supusieron un 17,47% de las matriculaciones totales de turismos. Es notorio el empujón a la demanda que insuflan este tipo de empresas, aunque son muy dependendientes de la estacionalidad del sector turístico.

Si observan las cifras comprenderán que muchos de los vehículos de Kilómetro Cero que se están ofreciendo proceden de buyback. En mi opinión, no es lo mismo un automóvil nuevo que se automatricula para llegar a objetivos o para que lo utilice un empleado del la concesión,  que aquel que se pone a nombre de una compañía de rent a car y que va a pasar por cuarenta manos.

Estos modelos tiene bastantes inconvenientes. Como veremos en los siguientes vídeos, no suelen tratarse bien ya que, aunque hay de todo, la gente en general no es cuidadosa y, por desconocimiento o mala idea, piensan que no tendrán que hacerse cargo de los desperfectos que causen. Además, siempre figurará en la documentación que el destino anterior era el de alquiler sin conductor, lo que hace que el coche se deprecie más que uno normal matriculado como particular.

Si las cosas se hacen de frente y el vendedor indica la procedencia real del automóvil, cada uno deberá decidir si le interesa o no. Sin embargo tengo constancia de que muchos concesionarios están ofreciendo los buyback como si fuesen de Kilómetro Cero. Otro argumento típico sería el de comentar que estas unidades proceden de las flotas de los directivos de la marca. Para explicar el motivo por el que en el permiso de circulación figura que está matriculado como alquiler sin conductor suelen argüir que los fabricantes lo hacen así para ahorrar impuestos. Y eso no es cierto.