Los problemas de adquirir coches de ocasión con más de diez años

Ayer pude ver en el telediario de Telecinco un reportaje que hablaba sobre el auge de los productos “low cost”. Entre ellos, hablaban de la costumbre que se ha impuesto de comprar coches muy viejos, con más de diez años, a precios bajos y asequibles. En concreto, en la noticia que podrán ver al final del reportaje, observarán que la compradora se persona en un concesionario para ver vehículos con más de diez años y que no excedan de 3.000 euros. Este perfil de cliente cada vez se está dando más. Son personas cuyo poder adquisitivo no es muy alto, pero que necesitan un  automóvil para sus desplazamientos diarios.
Una de las cosas por las que la chica acude a un concesionario es por la garantía de un año que le ofrecen. Pero aquí viene el primer problema: los concesionarios y establecimientos «serios» de compraventa suelen contratar con una compañía aseguradora una póliza que cubra las posibles averías que puedan surgir durante el período contratado, que en el caso de un vehículo de ocasión es de un año. Para poder formalizarla las aseguradoras exigen al vendedor que haga una revisión general del coche, solucionando las averías previas a la transacción. El gran inconveniente para un automóvil con más de diez años es que no se comercializan (al menos yo no he encontrado ninguna y conozco bastantes compañías que se dedican a ello). En el fondo es lógico que nadie quiera arriesgarse a garantizar un vehículo así porque es muy probable que el coche genere bastantes defectos mecánicos.
Al final, lo que van a hacer muchos establecimientos es hacerse cargo de las roturas en su propio servicio técnico. Es decir, si el automóvil que nos han vendido se estropea, ellos se encargan de repararlo por su propia cuenta y riesgo. Claro está que, mientras que los seguros de garantía generalmente nos cubren las reparaciones en otros talleres o servicios técnicos, al ser el propio vendedor quien responde de los fallos, si el vehículo se rompe lejos de su establecimiento, tendremos que ser nosotros los que nos encarguemos de mandarlo a sus instalaciones.
Lo habitual es que si la avería no es muy grave, la arreglen. Pero si comienzan a producirse deterioros serios, tengan claro que al vendedor no le va a interesar seguir con las reparaciones. Conozco casos de compraventas que, para evitar problemas, le han cambiado el coche al cliente proporcionándole uno de similares características –aunque ya no será el que nos guste y puede estar más viejo o ser más feo- o directamente recomprándole el vehículo a un precio más bajo.
Incluso nos podemos encontrar con casos de piratería en que el vendedor no se responsabiliza de los fallos y no quiere saber nada de garantías. Esos casos se dan en más ocasiones de lo que piensan. Hasta puede ocurrir que, al firmar el contrato de compraventa, si no se lo han leído detalladamente, estén aceptando una renuncia al año de garantía. Aunque legalmente estas renuncias no son válidas, habría que meterse en costosos pleitos para que nos hagan caso en nuestras pretensiones.
Si arriesgado es comprar a un profesional obligado por ley a dar un año de garantía, imaginen lo que sucedería si se ponen de acuerdo con un particular. Les dejo con el vídeo.