VW Golf VII: coche nuevo, tecnología nueva

Cuando se mima al hijo pródigo de ésta multinacional, los alemanes no reparan en gastos. Tecnológicamente ha sido equipado a niveles muy altos.

Hay coches que han influenciado la historia del automóvil, y el Golf es uno de ellos. Desde su introducción al mercado en el año 1974 se han conocido muchos rivales, primero alabados por la prensa especializada y luego desterrados por la misma, que han tratado de dar caza al Golf. Con razón que cuando en Volkswagen se habla de este coche no se conozcan límites.

La sétima generación del Golf que acaba de ver la luz, sólo conoce un rival y resulta ser su predecesor según – Martina Biene – jefa de producción del Golf. Y toda la técnica de gama alta que ahora se ve implementada en ésta gama media, es casi como la “democratización de la innovación” continúa diciendo la Sra. Biene. Para que todo el mundo se entere de ello, VW inicia la mayor campaña de promoción de la historia de ésta multinacional.

¿Pero qué es tan innovador en el nuevo Golf?

En cuanto a diseño, a no ser que pertenezcas al equipo de diseño del Golf o seas un fanático del mismo, los cambios te parecerán más bien marginales. En general el nuevo Golf es más bajo y ancho. La nueva anchura se ve realzada también por el diseño, destaca la línea lateral que marca personalidad al coche.

En el peso es donde más cambios se pueden apreciar. El Golf se ha visto aligerado por cerca de casi 100 kilogramos. Un cuarto de la reducción de peso se ha conseguido mediante el cambio en el bloque de motor de hierro fundido por aluminio. Otra gran parte se ha visto reducida por el empleo de técnicas de calor en la fabricación de piezas portantes del automóvil.

Técnica. Encuentran su sitio en el Golf asistentes a la conducción que sólo se conocían de las gamas altas. Desde la regulación automática de distancia, el asistente para mantener el carril, el frenado de emergencia en ciudad hasta el freno multicolisión. Destaca la desconexión de cilindros que en el modelo TSI es capaz de desconectar dos de los cuatro cilindros. Ésta técnica sólo se veía en la gama alta en motores de ocho a doce cilindros.

Pero la primera impresión al conducir el nuevo Golf enseña que, los avances se han logrado ahí donde también era más necesario. Nuevos asientos y una carrocería más rígida le han hecho bien al Golf VII. Y lógicamente aquellas cosas que ya convencían en sus predecesores siguen manteniendo la línea del éxito en este coche: el vehículo se adecua perfectamente al conductor y a la carretera, sigue siendo muy sinóptico y demuestra mucha diversión al conducirlo.

Y a más inri, el interior está perfectamente calculado. Todo tiene su sitio y no hay superficialidades ni se denotan exageraciones. Es cómo si nunca te hubieras bajado del Golf. Por cierto, la versión GTI llegará al mercado en 2013.