Aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un coche nuevo

La elección de un coche siempre es díficil. A los aspectos puramente estéticos, hay que añadir una serie de consideraciones en cuanto a la utilidad que nos va a prestar el vehículo. De la acertada decisión dependerá en gran medida que nos agrade plenamente nuestra compra y nos sintamos cómodos y a gusto en nuestro automóvil. No obstante, en muchas ocasiones la gente tiende a preocuparse más de que sea bonito, evitando reflexionar sobre otros elementos incluso más importantes.

Adquirir un vehículo cada vez se está poniendo más complicado debido a que todos los modelos que se ofrecen en nuestro amplio mercado han mejorado mucho a nivel técnico, destacando un sinfín de mejoras y de nuevos equipamientos de seguridad y confort. Como es muy probable que casi todos satisfagan con creces las expectativas de los consumidores, al metódico pensamiento racional debemos añadir una buena dósis de instinto. Una vez que hayan realizado una criba destacable, con casi todas las marcas ya descartadas, y duden entre las posibilidades de una terna de preferencias, es bueno que mediten acerca de las sensaciones generadas por cada uno de ellos. Para los que tengan dificultades, voy a plantear en este artículo una pequeña guía que puede servir de ayuda a los lectores.

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  • Acceso y salida del vehículo: tal vez el comprador sea una persona joven y ágil, sin problemas para acceder o bajarse del coche, pero para los que tienen problemas de movilidad o no se encuentran suficientemente en forma, hay ciertos modelos que pueden convertirse en una tortura. Además, aunque suene un poco duro, una persona mayor y sana es muy probable que con el paso del tiempo se vaya poniendo más torpe. Es algo que hay que tener en cuenta si no queremos llevarnos sorpresas desagradables. Conozco a compradores que compraron un vehículo de dos puertas, con difícil acceso a las plazas traseras, y luego tuvieron problemas para llevar a un pariente enfermo o lesionado.
  • Los asientos: deben ser cómodos y suficientemente amplios. El asiento es la parte del automóvil que más se usa por lo que debe tener un tacto agradable, ser suficientemente amplio, y adecuado para recogernos la espalda y el tronco sin provocarnos esfuerzos añadidos o malas posturas. Otro punto importante es que permitan la entrada y salida cómodamente. Aunque no vayamos a usarlos, también es bueno comprobar el confort de las plazas traseras. Y no nos olvidemos de la capacidad de regulación longitudinal y en altura, siendo fundamental en personas que no sean de una talla media. Pese a no ser parte del asiento, como sí que afecta a la postura de conducción, es conveniente chequear si el volante se puede regular en altura y profundidad, o por el contrario es de posición fija.
  • Mandos y controles: una de las cosas más trascendentales en un coche es la facilidad para manipular todos los controles, botones e instrumentación. Es importante que el manejo sea intuitivo y que se puedan leer de un golpe de vista rápido. Un automóvil que incorpore muchas teclas y lucecitas puede ser muy llamativo, pero el ajuste de las distintas funciones no va a ser nada fácil, provocando además peligrosas distracciones. Algo que hay que vigilar es que los interruptores que más se van a usar (climatización, equipo de música, manos libres,…) no se encuentren ocultos o escondidos, y se pueda acceder hasta ellos con facilidad.
  • Visibilidad: sentados en el asiento del conductor habría que comprobar con calma y detenimiento si existe buena visibilidad frontal, lateral y trasera. Hoy en día los fabricantes crean sus nuevos modelos guiados por estéticas muy particulares, algo que influye directamente en una peor visibilidad. Pilares excesivamente grandes que tapan una parte del parabrisas, superficies acristaladas cada vez más pequeñas, espejos mal situados. Cualquier cosa que provoque una deficiencia en nuestro campo visual es susceptible de provocar un accidente. Por lo mismo, es importante que ajustemos bien todos los espejos para ver si tenemos buena visibilidad por detrás.
  • Maletero: en varias ocasiones he explicado la importancia de analizar las necesidades antes de empezar a mirar coches. Dependiendo del uso que le vayamos a dar a nuestro vehículo, puede ser que tengamos que decantarnos por un modelo concreto en vez de otro. Generalmente, el maletero es muy importante si tenemos costumbre de viajar con mucho equipaje. No obstante, dependiendo de la carga que llevemos, necesitaremos un tipo de maletero u otro. En todos los casos, hay que mirar que el maletero sea diáfano, sin recovecos ni espacios muertos que nos resten versatilidad. Otro elemento que hay que analizar es la versatilidad: que los asientos se desplacen sobre carriles permitiendo más espacio para los ocupantes o para el maletero en función de las necesidades concretas; que se abatan los respaldos para aumentar la zona de carga; que incluyan dispositivos de almacenimiento de objetos pequeños, como redes o bandejas; y que permitan la introducción de objetos largos mediante una trampilla que comunica el maletero y el habitáculo.
  • Pedales: esta es quizás una manía muy personal. Conozco muy pocos coches que permitan el ajuste de los pedales, pero en cambio son muchos los que me incomodan por la forma y colocación de los mismos. No hay cosa más irritante que unos pedales que quedan excesivamente altos, o demasiado pequeños. Pese a que es algo que se puede observar con el automóvil parado, en la sala de exposición del propio concesionario, ayuda mucho una prueba dinámica realizada de un modo concienzudo. Pero eso lo dejaré para otro artículo.