Información que suele faltar en las solicitudes de valoración de vehículos usados (II)

Ayer escribí un artículo con un par de detalles que son importantes a la hora de tasar un coche usado. Hoy continuaremos ahondando en los puntos imprescindibles para poder valorar con exactitud un vehículo de ocasión. Si ayer expliqué la importancia de conocer el acabado de nuestro automóvil, hoy quiero detenerme un poco más en los equipamientos opcionales. Es triste que alguien, al adquirir un coche nuevo, se gaste una verdadera millonada en opcionales –en las gamas altas, es fácil pagar más de 12.000 euros en extras– y que cuando ponga en venta ese mismo vehículo no se tengan en cuenta los equipamientos que no son de serie. Para que se hagan una idea, los actuales programas informáticos de tasaciones suelen dar un plus de unos 30 euros a los automóviles de segunda mano que incorporan opcionales como el sistema de navegación, siendo habitual que el precio de la instalación en fábrica ronde los 3.000 euros.

La explicación es muy sencilla: si yo busco un modelo usado me da igual si el que me ofrecen tiene techo solar o navegador. Incluso es posible que, en algunos casos, existan clientes que descarten los que montan determinados equipamientos opcionales que no son de su interés. Por eso es habitual que muchos tasadores no consideren este tipo de accesorios, o los valoren en muy poco dinero.

Atendiendo a la misma lógica, podemos encontrarnos con el caso opuesto si hay que valorar un coche de gama muy alta. En el caso de que alguien quiera comprar un Audi A8 o un Mercedes Clase S, es probable que descarte aquellos modelos más sencillos, que no están tapizados en cuero o que carecen de navegador. Para que lo entiendan mejor, los equipamientos extras sólo son realmente disfrutados por el primer dueño, que es quien los ha elegido a su medida. A la hora de vender el vehículo de ocasión, en un modelo normal puede ser contraproducente que esté muy equipado. Sin embargo, en automóviles de lujo la carencia de accesorios considerados indispensables puede ser también motivo para una mayor devaluación.

Otro de los olvidos generalizados a la hora de informar sobre sus vehículos es la cantidad de kilómetros de la unidad a tasar. Y es un dato básico si queremos una orientación más exacta. Piensen ustedes en dos coches iguales, matriculados a la vez y de características similares. Uno de ellos tiene 250.000 kilómetros y el contador del otro marca 125.000 kilómetros. ¿Con cuál de los dos se quedarían? Evidentemente con el que tiene menos kilómetros. Ese aumento de la demanda para automóviles así hace que el precio de los mismos suba. Por eso es muy importante que, si quieren conocer un valor lo más aproximado posible para su vehículo, me digan con exactitud en sus comentarios los kilómetros recorridos que marca el odómetro. Pero que no se le ocurra a nadie quitar kilómetros, que me enfado.

Fin.

Información que suele faltar en las solicitudes de valoración de vehículos usados (I)