En ocasiones puede ser complicado diferenciar que tipo de coche tenemos ante nuestros ojos. Los matices que separan los todoterrenos de los todocaminos y los crossovers puedes ser muy sutiles para aquellos que no entienden demasiado de coches y solo se dejan llevar por su apariencia.

Vaya por delante que no pretendo dar una explicación para profesionales, pues no la necesitan, sino para personas que quieren hacerse una composición de ideas sin entrar en excesivos detalles técnicos.

Un clásico de siempre y un nuevo concepto.

Los todoterreno nacieron como vehículo militar para guerra y fueron posteriormente adaptados para uso civil. Inicialmente se trataba de vehículos que se empleaban para labores de vigilancia de montes o para acceder a zonas escarpadas, pero con los años se empezaron a popularizar y son muchos los que tienen uno de estos coches para circular por carreteras sin ir más allá o para practicar deportes que implican el uso de estos vehículos.

Se caracterizan por tener tracción a las cuatro ruedas y una caja de cambios adaptada que en algunos modelos puede ser una caja reductora, un sistema que permite multiplicar la fuerza del motor en determinados momentos. Son vehículos con suspensiones especialmente altas y con los bajos reforzados para poder circular por caminos en mal estado y con obstáculos.

También cuentan con ayudas electrónicas específicas para solucionar problemas de conducción.

El todocamino nace como la solución para todos aquellos a los que les gusta la imagen del todoterreno y la posibilidad de conducir por caminos forestales, pero que normalmente van a utilizar su coche en ciudad y no precisan de todas las características técnicas de un todoterreno. Son por tanto más económicos. Los todocamino o SUV no tienen caja reductora y normalmente sus suspensiones no son tan sofisticadas ni tienen tanta altura como un todoterreno. En algunos casos ni siquiera tienen tracción a las cuatro ruedas.

Podríamos decir que la principal diferencia es que el todoterreno es un vehículo con muchas más prestaciones para la conducción en condiciones duras, mientras que el todocamino es un coche fundamentalmente urbano pero con algunas prestaciones tomadas del todoterreno, sin alcanzar todas las exigencias de estos.

El crossover, el tercero en discordia

En ocasiones puede ser complicado diferenciar un crossover de un SUV, pues ambos tratan de aunar las comodidades de un coche de asfalto con algunas de las mejores características de un todoterreno.

Quizás en el caso del crossover la principal diferencia es que nace a partir de un vehículo utilitario normal, que se modifica para darle la apariencia de un todoterreno compacto, pero que conserva prácticamente las características originales en relación al consumo y la conducción. Tienen las defensas reforzadas y una suspensión ligeramente más alta que el original.

Con un crossover circularíamos por un camino sin asfaltar o con piedras con mayor facilidad que con el coche original en el que está basado, pero estaríamos muy lejos de las prestaciones del todoterreno.